EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE Y EVALUACIÓN PARA EL APRENDIZAJE



La evaluación es actualmente uno de los temas con mayor realce en el ámbito educativo, ya que lo que se pretende es lograr que el estudiante sea competente y para ello se busca evaluar de manera integral y que le sirva en su saber actuar. Lo que implica un cambio, pasando de una enseñanza tradicional en la que se pone énfasis en la evaluación del aprendizaje (sumativa) a una enseñanza más significativa que pone énfasis en la evaluación para el aprendizaje (formativa).
Por un lado tenemos la evaluación del aprendizaje, centrado en el maestro, quien es el que utiliza instrumentos o técnicas ligadas al desarrollo de exámenes, test y pruebas de manera tradicional donde se da prioridad a los conocimientos adquiridos del estudiante al final del proceso de enseñanza – aprendizaje para valorar los resultados. Esto, lamentablemente ha permitido que los estudiantes sean catalogados como “buenos” o “malos” estudiantes, de manera cuantitativa y tomar la decisión de aprobar o desaprobar un curso o año lectivo.
Por otro lado tenemos la evaluación para el aprendizaje, centrado en el estudiante y el profesor y bajo un enfoque por competencias, lo que permite al maestro evaluar al estudiante durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluarse a sí mismo, con la finalidad de tomar decisiones oportunas para la mejora de los procesos.  Además esta evaluación permite la retroalimentación y reflexión, tomando en cuenta las necesidades e intereses de los estudiantes; y de esta manera potenciar sus aprendizajes.
Dadas las diferencias, debemos rescatar que ambos enfoques pueden ayudar en nuestra práctica pedagógica a tomar decisiones y que si las combinamos de manera adecuada podemos lograr aprendizajes significativos.
Comparto la siguiente información:
 Assessment Reform Group (2002) plantea 10 principios para orientar la EpA (Evaluación para el aprendizaje):
  1. Formará parte de una planificación eficaz
  2. Se centran en cómo los alumnos aprenden
  3. La EpA debe ser concebida como central en la práctica
  4. Debe ser considerado como una habilidad clave para los maestros
  5. Ser sensible y constructiva ya que cualquier evaluación tiene un impacto emocional
  6. La evaluación debe tomar cuenta de la importancia de la motivación del estudiante
  7. Promover un compromiso hacia las metas de aprendizaje y un entendimiento compartido de los criterios según los cuales serán evaluadas
  8. Orientar constructivamente a los estudiantes sobre cómo mejorar
  9. Desarrollar la capacidad para la autoevaluación de manera que pueden llegar a ser reflexivos, autónomos y hábiles para gestionar su propio aprendizaje.
  10. Debe ser utilizado para mejorar las oportunidades de todos los estudiantes para aprender en todos los ámbitos de la actividad educativa.
Referencias:
Púñez, F. M. (Julio 2015) Evaluación para el aprendizaje. Horizonte de la Ciencia, 5 (8), 87-96. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5420479.pdf



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